Conceptos básicos

El dolor relacionado con el tendón es motivo de consulta en muchos pacientes, sobretodo aquellos que practican algún deporte o actividad física.

Aunque normalmente recibe la etiqueta de “tendinitis”, debemos referirnos a los problemas relacionados con el tendón cómo “tendinopatía”.

El término tendinitis nos lleva a asociar directamente el tendón con un proceso inflamatorio. Y, aunque es cierto que encontramos ciertas substancias proinflamatorias en tendones afectados, no se trata de una inflamación al uso, sino de un problema en la función del tendón (no es capaz de transmitir ni absorber fuerzas).

La causa principal de la aparición de este tipo de dolencia es una mala gestión de la carga. Los tendones son sensibles a los aumentos repentinos, y también a la ausencia prolongada, de actividad o ejercicio.

Otros factores como la obesidad, el tabaquismo o problemas metabólicos pueden aumentar el riesgo de aparición de tendinopatías.

Diagnóstico

Cómo en cualquier otra patología es muy importante realizar una buena valoración.

Dolor relacionado con la carga, que mejora con el movimiento, dolor a la compresión, en movimientos rápidos (lanzamientos, recepciones, saltos, …), dolor a la palpación, … son algunas de las características de las tendinopatías que pueden ayudarnos a reconocerlas.

Además, casi siempre, encontraremos un cambio en la actividad reciente. Como hemos comentado, puede ser un aumento del volumen, intensidad o frecuencia de entrenamiento, actividades laborales, … o incluso una etapa de menor actividad en la que puede generarse una infra-estimulación del tendón.

En algunos casos, podemos utilizar el ecógrafo para obtener información de la estructura del tendón y los demás tejidos y ofrecer un pronóstico más acertado.

La estructura del tendón (lo que vemos en ecografías o resonancias) NO se puede relacionar directamente con el dolor. Existen tendones patológicos en imagen que funcionan perfectamente y tendones dolorosos que muestran una imagen perfecta.

Las imágenes e informes siempre deben contextualizarse, no podemos realizar un diagnóstico basado únicamente en pruebas de imagen.

Tratamiento

En tendinopatías, el tratamiento de primera línea siempre es el ejercicio.

Actualmente, es la única herramienta que nos permite recuperar la funcionalidad del tendón. Recordemos que el problema no es una inflamación, sino que el tendón no es capaz de funcionar correctamente.

Para ello, debemos seguir progresiones de ejercicios que estimulen el tendón y sean capaces de producir los cambios necesarios para que éste vuelva a tolerar las cargas de trabajo.

El proceso gracias al cual el ejercicio puede producir cambios en la estructura y función del tendón se llama mecanotransducción.

La elección de los ejercicios se hará teniendo en cuenta las características, capacidades, objetivos, preferencias y entorno de cada paciente.

Es muy importante monitorizar varios parámetros clave (dolor, fuerza, descanso, …) del paciente durante el proceso de recuperación para poder ajustar las cargas y progresar con los ejercicios.

Existen procedimientos invasivos como la EPI (electrolisis) utilizados en el manejo del dolor tendinoso pero todavía no cuentan con el soporte científico necesario. En estos casos, el fisioterapeuta debe valorar si podemos beneficiarnos de ello en algún aspecto.

No se recomienda el uso de medicación (antiinflamatorios), se desaconsejan totalmente las infiltraciones y las intervenciones quirúrgicas quedan reservadas a casos muy concretos.

Pronóstico

Las tendinopatías pueden durar de semanas a meses, incluso años en algunos casos si no se realiza un tratamiento correcto.

Con un buen programa de ejercicio, se considera que deberían verse cambios significativos en el dolor o la función antes de 3 meses.

Intecma
Centro de fisioterapia y salud

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